LECCIÓN 03, Para el Sábado, 19 de abril (2014).
CRISTO Y LAS TRADICIONES RELIGIOSAS.
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Mateo 23:1-7; 15:1-6; Isaías 29:13; Mateo 5:17-20; Romanos
10:3.
PARA MEMORIZAR:
"Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está
lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres" (Mat. 15:8, 9).
JUAN WESLEY, EL FUNDADOR DE LA IGLESIA METODISTA, sugirió
que cuatro factores influyen sobre la teología de una persona: la fe, la razón,
las Escrituras y la tradición. Sin embargo, él no decía que todos los factores
tienen la misma autoridad. Reconocía la Biblia como fundacional; pero, también
reconocía que la fe individual, la capacidad de razonar y la tradición
religiosa afectan la manera en la que se interpreta la Biblia. Si Wesley
volviera hoy a la vida, descubriría que muchos teólogos modernos de tradición
wesleyana (y de otras) ahora valoran la razón, la tradición o la opinión
personal por sobre la Escritura.
La lección de esta semana investiga las tradiciones
religiosas sobre las que los escribas y fariseos basaban muchas de sus
enseñanzas. Los rabíes que las escribieron respetaban las Escrituras, y no
tenían la intención de que aquellas se elevaran para igualarse a la Palabra de
Dios. Sin embargo, algunos de sus discípulos confundieron el método con el
mensaje; y al hacerlo, cambiaron la revelación escrita de Dios por la tradición
humana.
¡El gran día llegó! Que Dios bendiga tu participación en la
evangelización a través de la amistad.
Domingo, 13 de abril (2014).
LA CÁTEDRA DE MOISÉS.
Mientras "los escribas y los fariseos" parecían
ser dos grupos separados que se mencionaban juntos, los escribas probablemente
eran un subconjunto de los fariseos (ver Hech. 23:9). Estos últimos llegaron a
ser un grupo visible durante el tiempo del Imperio Griego. Se creían el remanente
de una piadosa secta judía, conocida como los Hasidim, que ayudaron a luchar en
la revolución macabea contra los griegos.
El nombre fariseos deriva del hebreo páras, que significa
"separar". En una época en la que muchos judíos habían sido muy
influenciados por las culturas paganas, los fariseos veían como su deber
asegurarse de que a cada varón judío se le enseñara la Ley. Para realizar esta
tarea, establecieron el cargo de rabí, que literalmente significa "mi
grande" o "mi maestro".
Al decir que "en la cátedra de Moisés se sientan los
escribas y los fariseos", Jesús reconoció la posición de ellos como
maestros del pueblo (Mat. 23:2, 3). Después de todo, por lo menos habían tomado
la responsabilidad de garantizar que se instruyera a la gente en los caminos de
la Ley.
Lee Mateo 23:1 al 7. Según estos versículos, ¿cuál era uno
de los problemas más grandes que tenía Jesús con los escribas y los fariseos?
La mayor parte de las referencias a los escribas y los
fariseos en los evangelios son negativas y, considerando la complicidad que
muchos (aunque no todos) tuvieron en la muerte de Jesús y en la persecución de
sus seguidores, se tenían bien merecido ese concepto. Los miembros de estos
grupos parecían estar acechando por las esquinas y detrás de los árboles,
esperando a que la gente cometiera errores para poder aplicar la Ley contra
ellos. Esta imagen de los fariseos es tan frecuente en las Escrituras que su
nombre a menudo se usa como sinónimo de legalista. Al considerar más de cerca
este pasaje, encontramos que el gran problema de Jesús con los fariseos no era
tanto que querían
que otros guardaran la ley de Moisés, sino que ellos mismos
no la guardaban.
Eran hipócritas decían una cosa, pero hacían otra y, aun
cuando hacían lo recto, lo hacían por razones equivocadas.
Lee otra vez lo que Jesús dijo acerca de los escribas y los
fariseos. ¿Cómo podemos estar seguros de no llegar a ser culpables de una
actitud similar?
Lunes, 14 de abril (2014).
MANDAMIENTOS HUMANOS.
Aunque los escribas y los fariseos se sentaban "en la
cátedra de Moisés", su fuente de autoridad para la instrucción iba más
allá del Antiguo Testamento. La ley que usaban los fariseos consistía en
interpretaciones bíblicas de los principales rabíes. Estas interpretaciones no
tenían la intención de reemplazar las Escrituras, sino de complementarlas. Al
principio circulaban oralmente; más tarde, los escribas comenzaron a reunirlas
en libros.
La primera publicación oficial de la ley rabínica apareció
recién a fines del siglo II d.C., cuando el rabí Yehuda Ha-Nasí (Judá el
Príncipe) publicó la Mishnáh. Las leyes registradas en la Mishná reflejaban
cuatro siglos de interpretaciones rabínicas. Entre los rabíes que
contribuyeron, hubo varios que vivieron en el tiempo de Jesús; los más notables
entre ellos fueron Hillel y Shammai. También está Gamaliel, nieto de Hillel y
maestro de Saulo (Pablo).
Lee Mateo 15:1 al 6. ¿Cuál es el tema controversial aquí?
¿Qué error procura corregir Jesús?
En la primera lección, aprendimos que las leyes rabínicas
fueron llamadas halakáh, que significa "caminar". Los rabíes creían
que si alguien podía andar en los caminos de las leyes menores guardaría también
las principales. Sin embargo, en algún momento, las leyes menores comenzaron a
tener el estatus de mayores, y más tarde fue difícil distinguir las leyes
tradicionales de las bíblicas.
No parece que Jesús tuviera problemas con los fariseos por
guardar sus propias reglas. Sin embargo, tenía problemas porque elevaban esas
normas a la condición de "doctrinas". Ningún hombre posee autoridad
para crear restricciones religiosas y elevarlas al nivel de mandatos divinos.
Pero, esto no quiere decir que los creyentes tienen prohibido el crear
reglamentos que ayuden a gobernar la conducta de la comunidad. La instrucción
práctica puede ayudar a la gente a guardar la Ley. Sin embargo, la instrucción
nunca debe ocupar el lugar de la Ley misma.
Como adventistas del séptimo día, ¿qué reglas, tradiciones y
costumbres tenemos, que pueden ayudarnos a vivir más fieles y a ser más
obedientes a la Ley? Anótalas y llévalas a la clase el sábado. Pregúntate por
el lugar que ocupan en la vida de tu comunidad de fe.
Martes, 15 de abril (2014).
TRADICIONES DE LOS ANCIANOS.
Como vimos, algunos de los rabíes prestaban tanta atención a
las reglas y las tradiciones creadas para ayudar a la observancia de la ley de
Moisés que dejaron de distinguir entre aquellas y esta. Después de un tiempo,
las palabras de los rabíes alcanzaron un estado canónico; la gente pensaba que
eran tan obligatorias como las Escrituras. Es probable que cuando los rabíes
escribieron originalmente sus comentarios no hayan tenido la intención de
añadir páginas a la Biblia. No obstante, sus discípulos devotos posiblemente
veían como su deber el compartir esas interpretaciones singulares con la
población en general.
Lee de nuevo Mateo 15:1 y 2. ¿En qué texto del Pentateuco
está basada esa tradición? ¿Cuál es la importancia de tu respuesta? Lee también
Marcos 7:3 y 4; y Mateo 15:11.
Resulta muy difícil encontrar un texto bíblico que diga:
"Te lavarás las manos antes de comer". Sin embargo, este mandato no
habría sorprendido a los escribas y los fariseos que confrontaron a Jesús, pues
dejaron en claro que los discípulos no estaban violando una ley de Moisés sino
la "tradición de los ancianos". Pero, la intensidad con la que
hicieron la pregunta hace parecer que, para los fariseos, esta era una
violación religiosa seria.
Los profesionales de la salud y muchos padres, sin duda,
proporcionarían una razón higiénica o racional para la aparente compulsión
obsesiva de los fariseos con el lavado de las manos. Sin embargo, los eruditos
creen que el problema estaba realmente en la impureza ceremonial. Al parecer,
los fariseos estaban preocupados porque la gente, en la realización de sus
tareas diarias, tocara elementos que la contaminaran. En consecuencia, si
comían sin lavarse, estarían contaminándose ceremonialmente al tocar la comida.
Dado que dirigieron la acusación a los discípulos de Jesús,
podemos concluir que Jesús mismo no violaba la tradición bien conocida (Mar.
7:3). No obstante, él sabía bien que los fariseos se hacían grandes problemas
por pequeñas cosas.
Lee Isaías 29:13. ¿Qué principios bíblicos vitales se
revelan aquí? ¿Por qué es tan importante que los recordemos?
Miércoles, 16 de abril (2014).
LOS PRECEPTOS DE LOS HOMBRES.
"La sustitución de los mandamientos de Dios por los
preceptos de los hombres no ha cesado. Aun entre los cristianos se encuentran
instituciones y costumbres que no tienen mejor fundamento que la tradición de
los padres. Tales instituciones, al descansar sobre la sola autoridad humana,
han suplantado a las de creación divina. Los hombres se aferran a sus
tradiciones, reverencian sus costumbres y alimentan odio contra aquellos que
tratan de mostrarles su error. [...] En lugar de la autoridad de los llamados
padres de la iglesia, Dios nos invita a aceptar la Palabra del Padre eterno, el
Señor de los cielos y la Tierra" (DTG 363, 364).
Lee Mateo 15:3 al 6, en el contexto de Éxodo 20:12;
Deuteronomio 5:16; Mateo 19:19; y Efesios 6:2. ¿Qué dos acusaciones serias hizo
Jesús contra los fariseos?
Cuando los fariseos encararon a Jesús respecto del lavamiento
de las manos, esperaban que él respondiera a su acusación. Sin embargo, Jesús
los confrontó con una pregunta que llegó al verdadero centro de la cuestión.
Jesús quería que supieran que el problema no era el lavarse las manos o
devolver el diezmo, sino el elevar las normas humanas por sobre las divinas.
Los fariseos podían proveer una explicación lógica para su posición acerca del
lavado de las manos. Sin duda, probablemente razonaron que canalizar recursos a
la causa de Dios en vez de ayudar a los padres era una gran expresión de su
amor a Dios.
Aunque los fariseos pudieron haber tenido motivos lógicos
para sus actos, Dios no espera que los humanos amen a Dios poniendo sus propias
condiciones. Era bueno que estuvieran preocupados por la disciplina y la vida
santa, pero esa preocupación no debía eclipsar la voluntad de Dios. Los
fariseos tendrían que haber recordado que las 613 reglas registradas en la ley
de Moisés eran armoniosas y no contradictorias, y ninguna debía reemplazar a
otra. No obstante, su insistencia en seguir la "tradición de los
ancianos" invalidaba la Palabra de Dios (Mat. 15:6). Evidentemente,
viéndose ellos como protectores de la Ley, debieron de haberse sentido
escandalizados por la aseveración de que, en realidad, la estaban violando,
haciéndola "no válida" por las tradiciones que suponían que ayudaban
a la gente a guardar la Ley.
Jueves, 17 de abril (2014).
JUSTICIA EXCESIVA (Mat. 5:20)
Lee Mateo 5:17 al 20. En el contexto de esta lección,
¿cuáles son algunas de las formas en que se puede entender la amonestación de
Jesús en Mateo 5:20? (Ver también Rom. 10:3.)
Si leemos aisladamente Mateo 5:20, se lo podría ver como una
invitación a ser más fariseos que los fariseos mismos; es decir, haz lo que
ellos hacen, solo que algo más.
Pero ¿es esto lo que dice Jesús? Afortunadamente, la respuesta
a esta pregunta está a nuestro alcance. La lección de ayer señaló que no era
raro que los escribas y los fariseos elevaran leyes tradicionales por sobre la
Ley de Dios.
Jesús tuvo que decirles que, en realidad, sus actos
invalidaban la clara Palabra de Dios. La sección del lunes también menciona
que, aunque los escribas y los fariseos tenían algunas buenas enseñanzas,
muchos de ellos vivían como hipócritas.
Dado este trasfondo, no es difícil ver el verdadero
sentimiento detrás de la declaración de Jesús. Él podría muy bien haberse
referido a lo que en otra parte había advertido: "Cualquiera que quebrante
uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño
será llamado en el reino de los cielos" (Mat. 5:19). Los fariseos estaban
tan concentrados en las leyes de origen humano que quebrantaban en forma
flagrante la Ley de Dios. Su justicia estaba basada en sus propios esfuerzos y,
como tal, era defectuosa. Isaías había declarado mucho antes que la justicia
humana son trapos inmundos (Isa. 64:6).
La justicia que Jesús promueve es la que surge del corazón.
En el incidente del lavado de manos, Jesús señaló el error de los fariseos, al
citar Isaías 29:13:"Porque este pueblo [...] con sus labios me honra, pero
su corazón está lejos de mí". La justicia que Dios busca llega más
profundo que las acciones visibles.
Jesús pide una justicia que exceda la que los fariseos
pensaban que poseían. La justicia que vale no se obtiene por marcar cada ítem
de una lista de tareas; puede obtenerse solo por fe en Jesucristo y por
reclamar su justicia para nosotros mismos. Es una justicia que proviene de una
entrega completa del yo y de una percepción apasionada de que necesitamos a
Jesús como nuestro Sustituto y Ejemplo.
Lee Romanos 10:3. ¿De qué modo nos ayuda este texto a ver de
qué trata la verdadera justicia?
Viernes, 18 de abril (2014).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Para mayor información sobre el tema de esta semana, lee
" La tradición" y " Ayes sobre los fariseos", El Deseado de
todas las gentes, pp. 562-573; 360-364. Lee también Mateo 23.
"Todos aquellos que aceptan la autoridad humana, las
costumbres de la iglesia, o las tradiciones de los padres, presten atención a
la amonestación que encierran las palabras de Cristo: 'En vano me honran,
enseñando como doctrinas mandamientos de hombres' " (DTG 364).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
¿Cuáles son
algunas de las tradiciones que seguimos los adventistas del séptimo día? ¿Por
qué es importante que las reconozcamos como tales? ¿Por qué son importantes las
tradiciones, y qué lugar tienen en la vida de nuestra comunidad? ¿Cuáles tienen
importancia universal, y cuáles se basan en factores locales y culturales?
"Muchas veces
hubo creyentes que permitieron a Satanás servirse de ellos en el momento mismo
en que hubiesen debido consagrarse enteramente a Dios y al adelantamiento de su
obra. Inconscientemente, se extraviaron lejos del camino de la justicia. Al
cultivar un espíritu de crítica y de maledicencia, de piedad farisaica y
orgullosa, contristaron al Espíritu de Dios y demoraron considerablemente la
obra de los mensajeros del Señor" (JT 3:344; TI 9:102). ¿Cómo se extravía
uno "inconscientemente", lejos del camino de la justicia? ¿Qué pasos
puede dar una persona para evitar quedar atrapado en una huella de justicia
propia?
Reflexiona sobre
el orden del culto de adoración en tu iglesia. ¿Por qué tu iglesia tiene ese
orden? ¿Cuál es el significado de cada elemento en la liturgia: (p. ej.,
invocación, doxología, oración pastoral, etc.)? ¿Qué lecciones puedes aprender
del servicio del culto, que te ayuden a revelar cuánta tradición está involucrada
en tu fe? Al mismo tiempo, necesitamos preguntarnos: ¿Es eso malo solo por ser
una tradición?
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