viernes, 28 de marzo de 2014

DISCIPULAR A LOS ENFERMOS. Lección 06. Sábado 01/02/14 al Viernes 07/02/14. TRIMESTRE 1 - 2014



LECCIÓN 06, Para el Sábado, 01 de febrero (2014).. 


DISCIPULAR A LA GENTE COMÚN


LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Lucas 2:21-28; Mateo 15: 32 ­ 39; 16:13-17; Lucas 2:6, 7; 13:1-5; Santiago 2:1-9.

PARA MEMORIZAR:
"Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron" (Mar. 1:16-18).


LA MUERTE DE CRISTO fue el gran igualador: mostró que todos somos pecadores con necesidad de la gracia de Dios. A la luz de la cruz, las barreras étnicas, políticas, económicas y sociales se derrumban. No obstante, algunas veces, en nuestra ganancia de almas, olvidamos esa verdad vital, y procuramos ganar especialmente a los que podrían considerarse "honorables" o "grandes" a los ojos del mundo.
No pasa lo mismo con Jesús, quien vio la insignificancia y vaciedad de la grandeza y el honor mundanos. De hecho, en muchos casos, fueron las personas más "exitosas" los fariseos bien ubicados, los ricos saduceos y la aristocracia romana los que lo afligían más. En contraste, la gente "común" carpinteros, pescadores, labriegos, amas de casa, pastores, soldados y siervos se reunían alrededor de él y lo aceptaban.







Domingo, 02 de febrero (2014).
COMIENZOS HUMILDES.

Lee Lucas 2:21 al 28; Marcos 6:2 al 4; y Levítico 12:8. ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de la clase económica en la cual nació Jesús? ¿Cómo influiría esa clase en su ministerio?


La ofrenda de purificación de José y María claramente indicaba su trasfondo económicamente pobre. Esta tradición surgió de la legislación mosaica registrada en Levítico 12:8, que requería que se llevara un cordero para esta ofrenda. Sin embargo, una excepción compasiva había hecho provisión para los pobres: se podía sustituir el cordero por palomas. De este modo, desde el mismo comienzo desde su nacimiento en un establo hasta la ofrenda que dieron sus padres se describe a Jesús como habiendo asumido su humanidad en un hogar de gente pobre y "común". De hecho, la evidencia arqueológica también parece indicar que el pueblo de Nazaret, donde Jesús pasó su niñez, era una aldea pobre y, además, sin importancia. Y, aunque el oficio de carpintero es honorable, ciertamente no lo colocó entre la "élite".
"Los padres de Jesús eran pobres y dependían de su trabajo diario para su sostén. Él conoció la pobreza, la abnegación y las privaciones. Esto fue para él una salvaguardia. En su vida laboriosa, no había momentos ociosos que invitasen a la tentación. No había horas vacías que preparasen el camino para las compañías corruptas. En cuanto le era posible, cerraba la puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer, ni los aplausos ni la censura podían inducirlo a consentir en un acto pecaminoso. Era sabio para discernir el mal, y fuerte para resistirlo" (DTG 52).
El Creador de todo lo que fue hecho (ver Juan 1:1-3) entró en la humanidad no simplemente como un ser humano, un infante lo que ya habría sido asombroso, ¡sino en el hogar de una familia relativamente empobrecida! ¿Cómo hemos de responder a algo tan increíble? ¿Cuál es la única manera de responder?







Lunes, 03 de febrero (2014).
TRANSFORMAR LO "COMÚN".

Lee Juan 2:1 al 11 y Mateo 15:32 al 39. ¿Cómo usó Jesús los deseos y las necesidades sencillos de todos los días para hacer discípulos y transformar vidas?


Personas "comunes" comparten los deseos físicos, emocionales y sociales naturales. Quieren alimento físico, importancia personal y amistad. Jesús comprendió estas características, poniéndose en situaciones sociales que pro­porcionasen oportunidades de alcanzar a la gente por medio de estos deseos universales.
Sea que Jesús transformara el agua en jugo de la uva sin fermentar o cambiara pescadores en predicadores (Mar. 1:16-18), él se especializaba en transformar lo ordinario, o común, en algo extraordinario. Los espectadores con frecuencia le pedían a Jesús sus credenciales personales (Mar. 6:3) o cuestionaban la ausencia de ostentación. Como habían anhelado lo extraordinario, pasaban por alto lo que consideraban ordinario, y lo hicieron con lo que era una pérdida eterna en potencia.
Muy a menudo, Jesús buscó personas que eran consideradas comunes u ordinarias, que no tenían suficiencia propia y estaban preparadas para confiar completamente en Dios para su éxito. La gente que está enamorada de sus talentos, habilidades y realizaciones, con frecuencia, no puede sentir la necesidad de algo más grande que ellos mismos. ¡Qué engaño horrible! Muchos entre los contemporáneos de Cristo poseían una educación académica, posición social o riqueza personal superiores. Sin embargo, sus nombres hace mucho que se han olvidado, mientras que se recuerda a personas comunes agricultores, pescadores, carpinteros, pastores, alfareros, amas de casa, sirvientes domésticos, etc.- que fueron transformadas en testigos extraordinarios de Cristo.

Todos tendemos a admirar a los muy exitosos y muy ricos, ¿verdad? ¿Cuánto de esa actitud ves en ti? ¿Cómo puedes aprender a mantener ante ti el valor de todas las personas, sin importar su situación, fama o riqueza?







Martes, 04 de febrero (2014).
EL LLAMADO DE UN PESCADOR CON FALLAS.

En el Nuevo Testamento, Pedro se destaca como uno de los discípulos más influyentes. De hecho, terminó siendo una de las personas más influyentes en toda la historia humana. ¡Qué decir acerca de cambiar algo "ordinario" en extraordinario!

Lee los siguientes textos. ¿Cómo nos ayudan a comprender la manera en que Pedro fue tan radicalmente transformado a pesar de sus tremendas fallas?

Lucas 5:1 al 11. ¿Qué dijo Pedro aquí que mostraba que estaba abierto a su necesidad de Jesús? ¿Por qué este rasgo es tan vital para ser cultiva­do en nuestra propia vida?

Mateo 16:13 al 17. ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de Pedro y su apertura al Espíritu Santo?

Mateo 26:75. ¿Qué vemos también aquí, que nos da una vislumbre de Pedro y del modo en que Dios pudo usarlo?

Sin duda, Jesús pasó mucho tiempo con Pedro, y Pedro tuvo muchas experiencias valiosas con él. Aunque era solo un pescador "común u ordinario" con muchas fallas, a causa del tiempo que pasó con Jesús, Pedro se convirtió radicalmente, incluso después de cometer algunos errores penosos, como la triple negación de Jesús, que este había predicho.
Aunque la historia de Pedro tiene muchas facetas, desde el momento en que tuvo sus primeras vislumbres de quién era Jesús, se percató de sus propios errores y los reconoció. Por eso, con paciencia y tolerancia, Jesús pudo transformar el carácter defectuoso de Pedro en el de alguien que ayudó a cambiar el curso de la historia.
¿Por qué debemos ser muy cuidadosos al emitir juicio sobre quienes podríamos considerar no "salvables"? ¿Por qué es tan fácil hacer esto?







Miércoles, 05 de febrero (2014).
EVALUACIÓN DEL CIELO.

Un evangelista una vez celebró (y tal vez se jactó de) la asistencia de personas de clase alta a sus seminarios. Pero, uno esperaría que igualmente celebrara la asistencia de personas más "ordinarias".
Con Cristo no existen distinciones de clases; ninguna era "ordinaria"; todos eran excepcionales. No sorprende, entonces, que Jesús alcanzara a las masas con ilustraciones comunes y un lenguaje directo. Nada en sus maneras sugería que alguien fuera excluido de sus preocupaciones. Los discipuladores modernos deben cuidarse igualmente de dar la impresión de que consideran a algunos más altamente que a otros en cuanto al esfuerzo por alcanzarlos.

Lee Lucas 12:6 y 7; 13:1 al 5; y Mateo 6:25 al 30. ¿Qué enseñan estos textos acerca del valor de cada persona? Por supuesto, es fácil para nosotros decir que creemos esto, pero ¿de qué modo podríamos ser culpables de hacer distinciones que la universalidad de la cruz ha erradicado para siempre?

Las aves más baratas en el mercado eran los gorriones. Se podía comprar un par de ellos por un assarion, la moneda de cobre más pequeña y de menor valor. No obstante, el Cielo no olvidó a los gorriones aunque fueran vulgares e insignificantes.
¿Cuánto más sucede en el caso del hombre, por quien Cristo murió? Cristo murió por nosotros, no por las avecillas. La cruz demuestra, de manera que no podemos siquiera comenzar a profundizar, el "valor infinito" (tomando una frase que Elena de White usó mucho) de cada ser humano sin que importe su condición en la vida (una situación que a menudo no es más que una fabricación humana, basada en conceptos y atributos que no tienen sentido para el Cielo o, incluso, que son contrarios a los principios del Cielo mismo).

Elena de White escribió que "Cristo habría muerto por una sola alma, para que ella viviera por los siglos sin fin" (TI 8:80). ¡Un alma! Medita en las implicaciones de este concepto increíble. ¿Cómo debería esto influir en la manera en que consideramos no solo a los demás, sino también a nosotros mismos?







Jueves, 06 de febrero (2014).
UNA SOCIEDAD SIN CLASES.

Tal vez la característica más socialmente atractiva del cristianismo primitivo haya sido la ausencia de distinción de clases. Los muros divisorios se derrumbaron bajo el peso del evangelio. La persona común triunfó mediante Cristo. Cristo transformó lo ordinario en extraordinario. Los carpinteros y los cobradores de impuestos, los picapedreros y las reinas, los sirvientes domésticos y los sacerdotes, los griegos y los romanos, los hombres, las mujeres, los ricos y los indigentes, todos llegaron a ser iguales dentro del Reino de gracia de Cristo. En realidad, la comunidad cristiana había de ser una "sociedad sin clases".

¿Qué enseña cada uno de los siguientes textos acerca de que todos somos humanos por igual? Considerando el trasfondo cultural de la época y el de los escritores bíblicos mismos, ¿por qué pudo no haber sido fácil para ellos captar este concepto vital?

Gál. 3:28, 29. Sant. 2:1-9. 1 Ped. 1:17; 2:9. 1 Juan 3:16-19.

Lee Hechos 2:43 al 47 y 4:32 al 37. ¿De qué manera aplicó la iglesia primitiva, en la práctica, el principio de la aceptación universal? ¿Cómo permitió la expansión del cristianismo primitivo el concepto de que Dios ama a las personas comunes, ordinarias? Al mismo tiempo, necesitamos preguntarnos: ¿Cuán bien aplicamos nosotros, individual y colectivamente, estos principios al modo en que ministramos al mundo? ¿Qué clase de cosas nos dificultan mejorar en esta área importante?







Viernes, 07 de febrero (2014).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee "La obra de la vida", La educación, pp. 269, 270; y "La obra a favor de la clase media", El evangelismo, pp. 411, 412.
"En esta etapa final de la tarea de predicar el evangelio hay un vasto campo que ocupar y, más que nunca antes, la obra debe alistar ayudantes de entre el común del pueblo. Tanto jóvenes como mayores serán llamados del campo, del viñedo y del taller, y enviados por el Maestro para dar su mensaje. Muchos de ellos habrán tenido pocas oportunidades de educarse, pero Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir su propósito. Si hacen la obra con todo el corazón y siguen aprendiendo, Cristo los capacitará a fin de que puedan trabajar para él" (Ed 269, 270).


PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

    ¿Por qué Jesús fue un discipulador tan efectivo entre el común del pueblo? ¿Por qué su mensaje no fue tan bien recibido entre la élite social y los ricos? ¿De qué modo la crianza humilde de Jesús puede haber contribuido a su efectividad en alcanzar los corazones y las mentes de la gente común? ¿Cuán efectivo podría haber sido Jesús en alcanzar a la persona corriente si hubiera venido como un príncipe real o un rico terrateniente?
    Lee 1 Corintios 1:26 al 29 en la clase. ¿Cuáles son los puntos clave? Lee cuidadosamente donde Pablo escribió que "lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte". ¿Qué significa esto? ¿Cómo, en el contexto de ser un cristiano, hemos de entender esta idea fascinante? ¿De qué modo muestran estos versículos cuán retorcidas y pervertidas son las maneras del mundo? ¿De qué forma podemos asegurarnos de que nosotros mismos no hayamos caído en estas maneras corruptas?
    ¿Qué pueden hacer nuestros grupos de estudio de la Biblia a fin de ser más amigables con la gente "común"? ¿De qué manera esto puede afectar nuestra elección de traducciones de la Biblia? ¿Por qué deberían los discipuladores concentrarse en asuntos prácticos en vez de en temas teóricos, especialmente cuando se trata de alcanzar a la gente que está herida y necesita ayuda?

DISCIPULAR A LOS ENFERMOS. Lección 05. Sábado 25/01/14 al Viernes 31/01/14. TRIMESTRE 1 - 2014



LECCIÓN 05, Para el Sábado, 01 de febrero (2014). 


DISCIPULAR A LOS ENFERMOS.


LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 
Isaías 53:4; Mateo 8:17; Marcos 2:1-12; Filipenses 4:4-9; 1 Juan 3:20-22; Juan 11:37-44.

PARA MEMORIZAR:
"Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel" (Mat. 15:30, 31).

"EN EL CURSO DE SU MINISTERIO, Jesús dedicó más tiempo a la curación de los enfermos que a la predicación. Sus milagros atestiguaban la verdad de sus palabras: que no había venido a destruir, sino a salvar. Doquiera iba, las nuevas de su misericordia lo precedían. Donde había pasado, se alegraban en plena salud los que habían sido objeto de su compasión y usaban sus facultades recuperadas. Las muchedumbres lo rodeaban para oírlo hablar de las obras que había hecho el Señor. Su voz era para muchos el primer sonido que oían, su nombre fue la primera palabra que jamás pronunciaron, su rostro el primero que jamás contemplaron. ¿Cómo no habrían de amar a Jesús y darle gloria? Cuando pasaba por pueblos y ciudades, era como una corriente vital que esparcía vida y gozo" (MC 12, 13).







Domingo, 26 de enero (2014).
EL MESÍAS SANADOR.

Lee Isaías 53:4; Mateo 8:17; y Juan 9:1 al 3. ¿Cómo debemos entender estos textos? ¿Qué preguntas plantean? ¿Qué esperanza nos ofrecen?


En la antigüedad, se consideraba la enfermedad como el resultado de pecados. (Y aún hoy, ¿quién no se ha preguntado si la enfermedad no es un castigo por el pecado?) Los amigos de Job le sugirieron que su mala fortuna y su enfermedad eran el resultado de faltas ocultas, diciéndole que sus pecados habían generado su situación. Los discípulos de Cristo entendían la ceguera como un castigo por las faltas de alguien, lo que sugiere que la enfermedad no requería diagnóstico o medicación, sino expiación. Las referencias de Mateo a las profecías mesiánicas de Isaías afirman que Cristo cumplió esta predicción y que se encuentra curación en él.
Diversas tradiciones paganas incluían divinidades sanadoras; pero ninguna proponía que los dioses realmente tomaran las enfermedades sobre sí mismos. Isaías predijo un Redentor que asumiría nuestras enfermedades y pecaminosidad. Otras tradiciones tenían una expiación sustitutiva para beneficiar a la realeza. Se sacrificaba a sustitutos en lugar de al rey, transfiriendo el castigo por el mal de una persona a otra. Sin embargo, en ninguna parte hubo tradiciones de que el rey muriese como sustituto por sus ciudadanos.
Pero, eso es lo que dijo Isaías y confirmó Mateo: la Realeza del cielo sufrió las enfermedades humanas. Es muy interesante que la palabra "dolor" en Isaías 53:4 provenga de una palabra hebrea que significa "enfermedad".
Jesús reconoció que su misión era predicar liberación y sanar a los quebrantados de corazón (Luc. 4:17-19). Él atraía a muchos gracias al poder que provenía de su amor y su carácter. Otros lo seguían porque comprendían fácilmente su predicación. Otros llegaron a ser sus discípulos por la manera en que trataba a los pobres. Pero, muchos seguían a Cristo porque él había tocado y sanado su corazón quebrantado.

 Todos tenemos aspectos de nuestra vida quebrados. ¿Cómo podemos aprender a discipular a otros por medio de la simpatía hacia su propio quebrantamiento, un quebrantamiento que podemos comprender muy bien por causa del nuestro?







Lunes, 27 de enero (2014).
SANAR EL CUERPO.

Estudia Marcos 2:1 al 12. ¿Qué nos enseña con respecto a la conexión entre la enfermedad física y la pecaminosidad? ¿Qué lecciones no deberíamos tomar de esta historia?

Contrariamente a la doctrina bíblica, la antigua filosofía griega separaba las dimensiones espiritual (alma) y física (cuerpo) de la existencia humana. Creyendo que el alma humana era inmortal, muchos griegos despreciaban el cuerpo. Como el cuerpo era temporal y moría con el tiempo, era considerado de menor valor que un alma duradera.
Uno de los textos más famosos de la antigüedad expresaba en forma elocuente cuán corrupto y malo es el cuerpo ya que, al morir, su alma inmortal quedaría libre de todas las cosas que el cuerpo le impedía hacer.
Por supuesto, la Biblia enseña algo muy diferente. Los cuerpos humanos son la creación directa de Dios, una de sus obras "formidables, maravillosas" (Sal. 139:14). Además, el cuerpo no está separado del alma. Cuerpo, mente y espíritu son aspectos diferentes de la personalidad o de la existencia humana, no entidades que existen en forma independiente. Por eso, todo lo que afecta al cuerpo afecta a la mente y al espíritu; son aspectos interrelacionados de la persona humana. Así, cada vez que Cristo sanaba, no solo erradicaba el cáncer o curaba afecciones del corazón, sino también estaba transformando la experiencia física, mental y espiritual de la persona.
Jesús sanó más que solo cuerpos. Cristo siempre intentaba sanar a la persona completa. Así reconocía que la salud física era inseparable de la salud espiritual. Por medio de la curación física realizaba una transformación espiritual. En definitiva, ese era su propósito último. Después de todo, la gente que sanara, de todos modos, moriría para enfrentarse con la destrucción eterna al final del tiempo. Aun cuando Jesús sanaba el cuerpo, tenía un objetivo de alcances eternos.


Aunque la enfermedad puede resultar directamente de prácticas pecaminosas, a menudo las personas, aun los infantes, se enferman sin una razón obvia fuera de que todos somos víctimas de un mundo caído. ¿Por qué es tan importante recordar esta triste verdad cuando procuramos ministrar a alguien enfermo o que sufre por un ser amado enfermo?







Martes, 28 de enero (2014).
SANAR LA MENTE Y EL CUERPO.

Mediante la curación física y la restauración mental, Jesús hacía discípulos. A menudo, los oyentes de Cristo sufrían enfermedades mentales y físicas, pero la restauración física, por sí sola, nunca fue su objetivo final. La meta última siempre era el discipulado. La curación podía añadir veinte, cincuenta o más años de buena calidad; el discipulado ofrecía vida eterna con Cristo.

En Lucas 8:26 al 39, el hombre poseído por demonios en Gadara pidió acompañar a Jesús. Pero Cristo lo comisionó para que evangelizara a su familia y a sus conciudadanos. Habiendo sido liberado en forma milagrosa, era un testigo poderoso a favor de Jesús.

Estudia Mateo 6:19 al 34; 1 Pedro 5:7; 2 Corintios 4:7 al 10; Filipenses 4:4 al 9; y 1 Juan 3:20 al 22. ¿Cómo podrían los principios que enseñan estos versículos aliviar la ansiedad, la culpa y la vergüenza que son la base de muchas enfermedades mentales?


La enfermedad física a veces es producida por estímulos mentales. La relación entre la mente y el cuerpo está bien establecida en la ciencia. La ansiedad predispone a ciertos problemas del estómago. La preocupación causa desórdenes del sueño. La ira no controlada es uno de los factores de enfermedades del corazón. Al enseñar a la gente los principios de la salud mental, debería destacarse la importancia de confiar en Dios, lo que conduce a un compromiso espiritual personal y a un discipulado pleno.
"Cada día trae sus aflicciones, sus cuidados y perplejidades; y cuando los encontramos, ¡cuán prontos estamos para hablar de ellos! Intervienen tantas preocupaciones prestadas, se abrigan tantos temores, se expresa tal peso de ansiedades que cualquiera podría suponer que no tenemos un Salvador compa­sivo y misericordioso, dispuesto a oír todas nuestras peticiones y a ser nuestro protector constante en cada hora de necesidad" (CC 123).
Aunque un caminar íntimo con Dios no es garantía de buena salud, no hay dudas de que la paz mental que proviene de conocer a Dios produce un impacto positivo aun en lo físico. ¿De qué modos prácticos podemos aplicar estos principios de salud, en especial si somos propensos a preocuparnos?







Miércoles, 29 de enero (2014).
LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.

En un mundo donde por ahora reina la muerte, ¿qué gran esperanza hay en los siguientes versículos? Luc. 7:11-17; Mar. 5:21-43; Juan 11:37-44.

Los políticos, los artistas y los atletas siempre ofrecen algo para generar seguidores. Los políticos usan la retórica y promesas increíbles. Los artistas y los actores usan sus habilidades para emocionar a sus oyentes. Los atletas sorprenden con sus capacidades físicas. Los espectadores los siguen, deseando poder hacer cosas similares.
¿Qué ofrece Jesús? ¿Reducir el desempleo? ¿Salarios mayores? ¿Tiene habilidades sorprendentes que arrancan lágrimas o una amplitud vocal increíble? No, Jesús ofrece algo que nadie más en el mundo puede dar: vida eterna en un mundo nuevo. En contraste con esto, ¿qué otra cosa importa?
Mientras que la televisión ofrece cosas demasiado buenas para ser ciertas, Jesús va más allá con un trato único: ¡la vida eterna a precio cero y sin costos de envío! Los escépticos se burlan de esta oferta sin precedentes. Los competidores fabrican imitaciones baratas (el concepto satánico del alma inmortal). Los interesados investigan la propaganda con precaución. Por eso, Jesús proveyó tres demostraciones para convencer a los escépticos, exponer las imitaciones y satisfacer a los legítimos buscadores. La hija de Jairo, el hijo de la viuda y finalmente Lázaro demostraron que esta oferta "demasiado buena para ser cierta" es auténtica. La enfermedad y los accidentes pueden prevalecer, pero la vida eterna está garantizada a todos los que hagan de Jesús su Salvador.
Lo mismo pasa hoy. A veces, la curación no llega como la queremos. Las personas siguen, aun por años, con enfermedades que debilitan y que, a veces, empeoran. Otros mueren a pesar del ungimiento y la oración. No tenemos respuestas al por qué en algunos casos se produce la curación; y en otros, no.
Sin embargo, tenemos algo mejor que una curación milagrosa: la promesa de la resurrección para vida eterna cuando Jesús venga y "los santos del Altísimo [...] poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre" (Dan. 7:18).

¿Por qué esta promesa de vida eterna es tan importante para nosotros? ¿Dónde estaríamos sin ella? ¿Qué esperanza tendrías sin ella?







Jueves, 30 de enero (2014).  
EL LEGADO DE CURACIÓN DE JESÚS.

Repasa Hechos 3:1 al 19; 5:12 al 16; 9:36 al 42; 20:7 al 10; 1 Corintios 12:7 al 9 y 28 al 31; y Santiago 5:13 al 16. ¿Cómo deben los cristianos modernos evaluar la importancia del ministerio de sanidad de la iglesia primitiva?

Los discípulos del siglo I presenciaron la promesa de que verían cumplirse "cosas mayores que estas" Juan 1:50; comparar con Juan 5:20; 14:12. Curaciones milagrosas y resurrecciones fueron parte del ministerio de los discípulos más destacados del cristianismo temprano: Pedro y Pablo. Esos eventos fueron importantes en el crecimiento de la iglesia primitiva. La presencia de Dios, representada por las curaciones milagrosas, influyó sobre muchos dirigentes religiosos que aceptaron a Cristo, y sus rebaños con frecuencia los siguieron.
A veces, los nuevos discípulos entendieron mal el propósito divino. Por motivos egoístas, Simón intentó comprar el poder de hacer milagros (Hech. 8:9-25). Sin embargo, la mayoría reconoció que la importancia de estos milagros era que revelaban la presencia de Dios entre ellos. Estas exhibiciones del poder divino comprobaban que Dios existía y que era digno de ser alabado.
Aunque Cristo se había ido al cielo, multitudes lo seguían por medio del ministerio de sus discípulos. Ellos continuaron la misión que Jesús inició. Estaban cumpliendo la visión que Cristo les había mostrado.
La salud era una preocupación permanente y el ministerio sanador era una función constante. Entre los dones espirituales está el de sanar. En la Biblia se registran instrucciones para ministrar la gracia sanadora de Dios a quienes están afligidos por enfermedades. Estos dones beneficiarán a los creyentes hasta la segunda venida de Cristo, cuando su presencia personal los hará innecesarios. La historia de la iglesia registra la dedicación al ministerio de curación durante diferentes períodos. El alivio del sufrimiento era una motivación importante. Otros, sin embargo, reconocieron la curación como el primer paso para conocer el evangelio completo.







Viernes, 31 de enero (2014).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Lucas 18:35-43; 13:10-17; 14:1-6; Juan 6:1, 2; Marcos 6:5-7, 54-56; 7:31-37; 8:22-26; Mateo 8:1-19; y 12:15-23. También lee "Nuestro ejemplo", El ministerio de curación, pp. 11-18; y "La curación del alma" y "El plan divino en la obra médica misionera", El ministerio médico, pp. 49-63; 30-36.
"El paralítico encontró en Cristo curación para su alma y para su cuerpo. Necesitaba la salud del alma antes de poder apreciar la salud del cuerpo. Antes de poder sanar la enfermedad física, Cristo tenía que infundir alivio a la mente y limpiar el alma de pecado. No hay que pasar por alto esta lección. Actualmente, miles que adolecen de enfermedades físicas desean, como el paralítico, oír el mensaje: 'Tus pecados te son perdonados'. La carga del pecado, con su desasosiego y sus deseos insatisfechos, es la causa fundamental de sus enfermedades. No podrán encontrar alivio hasta que no acudan al Sanador del alma. La paz que solo él puede impartir restaurará vigor a la mente y salud al cuerpo. [...]
"Hubo gran regocijo en la casa del paralítico cuando este volvió trayendo con facilidad la cama en que lentamente lo habían llevado de su presencia poco tiempo antes. [...] Una gozosa gratitud salía de esa casa, y Dios resultaba glorificado a través de su Hijo, quien había devuelto esperanza al desesperado y fuerza al agobiado. Ese hombre y su familia estaban dispuestos a dar la vida por Jesús" (MC 52, 53).


PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

    ¿Cómo lograría el ministerio de curación abrir los corazones y las mentes que, de otro modo, estarían cerrados al evangelio? ¿De qué modo los cristianos pueden protegerse del error de pensar que la curación es un fin en sí mismo?
    ¿De qué forma las iglesias que no están conectadas con hospitales lograrían participar en el ministerio de curación? ¿De qué manera los cristianos involucrados en el ministerio de curación pueden evitar la asociación, en la mente del público, con los así llamados "sanadores por fe"?
    ¿Qué les decimos a los discípulos en potencia que, leyendo acerca de las curaciones en la Biblia, llegan a nuestras iglesias u hospitales en busca de una sanidad que no ocurre? ¿Qué respuesta tenemos para ellos? ¿Qué nos responderíamos a nosotros mismos al procurar entender estas situaciones? ¿Qué respuestas se encuentran en la Biblia que nos pueden ayudar en momentos como estos?